Friday 12 October 2007

I've seen war tanks in the streets of Madrid

He oído helicópteros sobrevolando Madrid, he visto el Paseo del Prado tomado por los peatones, a gente arremolinada a ambos lados de los carriles ascendentes del Paseo de Recoletos, he intuido la presencia de Zapatero por los abucheos y pitadas de algunos, he visto a jovenzuelos casi ni salidos del cascarón embutidos en banderas con el águila de San Juan, he oído gritos de "Viva España" y "Zapatero dimisión" y he negado con la cabeza enfadado, he visto a gente intolerante profiriendo insultos ante su incapacidad para argüir los motivos de su indignación, he pensado en largarme de allí inmediatamente justo en el momento en que empezaban a pasar aviones y finalmente decidí quedarme, he visto a turistas maravillados y oído los aplausos de la gente al paso de la patrulla Águila bosquejando los colores de la bandera, de sur a norte, en el cielo de Madrid. He visto pasar tanques por Cibeles y apresurarse por el Paseo del Prado, he imaginado a turistas extranjeros desprevenidos por la zona del Thyssen con la boca abierta pensando por un segundo que han venido a Madrid en un día histórico; he sido preguntado, "¿te puedo preguntar cómo vas a vivir este día de fiesta nacional?", por una chica con grabadora en mano y herpes labial, y he respondido lo único que con un poco de sensatez podía haber dicho: "No" ("Ah, vale", contestó ella); he visto avispas danzando entre la gente bajo este tibio sol otoñal; he visto desfilar, desde la puerta del Banco de España que mira a Cibeles, a la infantería, caballería y la legión, y el carnero todo señorial. He visto a la Reina saludando a la gente desde su coche entre aplausos y gritos de afecto, y desaparecer por la calle Alcalá en dirección al Palacio Real. He presentido la "huida" de Zapatero por los silbidos que se escuchaban. He visto a Esperanza Aguirre esfumarse en un autobús de Esteban Rivas.

"Estamos haciendo el ridículo en Europa", manifestaba un hombre visiblemente indignado después de las primeras pitadas a Zapatero, en referencia clara a la política del gobierno. No me suelo meter en conversaciones ajenas, así que no le dije nada. Sin embargo, no podría estar más en desacuerdo con dicha afirmación. Creo que a ese señor le vendría bien salir un poco a Europa o el mundo para darse cuenta de que España no es el ombligo del mundo, que no somos noticia. Con esta premisa queda claro que es muy dudoso que estemos haciendo el ridículo en ninguna parte. El mismo señor concluía impotente: "¡Y la gente lo volverá a votar!". Ningún gobierno es perfecto. Los de Aznar no lo fueron y el de Rajoy no lo habría sido tampoco. Sin embargo, hoy es un día de fiesta, no de confrontación, y ciertamente no es el día de pedirle cuentas a nadie. Ese día llegará y francamente espero que se cumplan los vaticinios de este señor. Los otros no serán mejores. Primero tienen que aprender a aceptar sus derrotas. Cuando uno no sabe perder, difícilmente podrá gobernar.

De camino a casa, he visto los tanques parados en el Paseo del Prado y decenas de niños encima de ellos.

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